Una mirada sistémica sobre dificultades y límites
Hoy me gustaría escribir sobre la relación entre padres e hijos y sobre posibles dificultades, que hacen que nos cueste crecer y sobrepasar nuestras propias limitaciones. Muchas veces nos sucede que como hijos, intentamos resolver aquello que quedó pendiente en nuestros padres, o en nuestra propia historia cuando éramos niños. Entonces sucede que hoy tenemos dificultades que no sabemos explicar, o bien, que ¨siempre nos pasa lo mismo y no sabemos cómo resolverlo¨.
Pero si decidimos ampliar nuestra mirada, hacia un contexto más amplio, podemos ver que muchas de nuestras dificultades persisten, porque intentamos resolver hoy, algo que tuvo sentido en otro momento. Repetimos dinámicas y patrones familiares, que ahora no comprendemos, pero que pueden explicarse en otro contexto, muchas veces anterior; por ejemplo:
A veces hemos aprendido de niños a cuidar a nuestros padres. De repente sucedía que ellos estaban discutiendo, y cuando nosotros entrábamos en la habitación, paraban las discusiones y nos prestaban atención. Entonces, en este caso, nos acostumbramos a ser la solución, y ¿qué solemos esperar luego como adultos? Ser la solución del otro, resolver sus problemas, tal y como lo hacíamos con nuestros padres, o esperamos en el trabajo ¨ser siempre los que resuelven todo¨, entonces nos hacemos cargo de más tareas de las que debemos; o con amigos, somos quienes ¨resuelven sus situaciones¨.
Así hay muchos ejemplos, que son meramente repeticiones, de patrones de relación, que hemos aprendido de niños. No por esto somos menos responsables, todo lo contrario: Lo que nos sucede hoy, hay que saber que si ahora no tiene sentido, por lo menos en algún momento lo tuvo. Y que tenemos tendencias que si bien pueden molestarnos, o no las entendemos, son sencillamente una forma de amor, que nos vincula profundamente con nuestra familia de origen, nos hace sentir más pertenecientes. La diferencia es que si integramos esto en nuestra mirada, hoy, como adultos, podemos tomar decisiones. Y desde donde yo lo siento, sencillamente de esto se trata el tomar nuestra propia vida: de hacernos cargo de quienes somos, y de que lo que sea que nos haya pasado, hace que seamos hoy quienes somos, pero no determina hacia dónde vamos, esas son decisiones que tomamos como adultos.
Podemos tener ciertas tendencias: a cuidar, a ser cuidados, a dar más de lo que nos piden, a no dar nada a cambio, etc. El punto está en ¿Qué decisión tomamos hoy? ¿Decidimos repetir lo mismo una y otra vez, o nos animamos a sentir e incluir en nuestra mirada, para crear algo distinto?
Desde donde yo lo siento, de esto se trata, de ampliar nuestra mirada, pues al incluir ya no necesitamos repetir, si no que podemos descubrir y crear un nuevo contexto, que nos permita descubrir algo, que hasta entonces nos era desconocido.
Para finalizar, me gustaría citar a una persona que ante todas las dificultades, se animó a desafiar sus propios límites y nos dejó varias enseñanzas al respecto:
«El cambio puede asustarte, pero no cambiar, da mucho más miedo. Nuestra capacidad para mantener la estabilidad es, irónicamente, una medida de nuestra flexibilidad. No permitir el cambio es la fórmula perfecta para volverse obsoleto.
Es como escalar una montaña, hay senderos ascendentes que han sido recorridos por otros. Si quieres llegar más alto que ellos , subes y vas un poco más lejos de donde ellos fueron»
Gregory Bateson