Presencia Cotidiana
Actualmente, cada vez abundan más las corrientes terapéuticas, formales o no que nos hablan de la importancia de estar presentes, de estar Aquí y Ahora para sentirnos bien, estar más saludables o sencillamente que algo mejore.
Pero ¿qué es realmente estar presentes? como yo lo siento, el estar presentes tiene que ver con dónde estamos colocando nuestra atención.
Muchas veces, los ritmos cotidianos nos aceleran un poco o tenemos experiencias que no hemos podido vivir plenamente, lo que nos lleva a desconectarnos de nuestro propio ritmo, de nuestro propio cuerpo. Así nos encontramos pensando demasiado o haciendo muchas cosas a la vez en lugar de experimentar nuestras propias sensaciones y sentimientos.
A veces también, vivimos rutinas que no nos permiten tomarnos un rato para estar tranquilos, respirar, sentir o tratar de bajar un poco la velocidad; pero sencillamente, no creo que se trate de dejar de hacer lo uno, para vivir lo otro, es decir: dejar de trabajar, para sentir un poco más. Porque no siempre tenemos las posibilidades de tomarnos un rato a solas en mitad del día para sentir; y acá es donde a mi modo de ver, la atención es una linda manera de tomar consciencia a cada momento, independientemente de lo que estemos realizando.
Entonces podemos ver grandes cambios en nosotros, si decidimos prestarnos atención. No es lo mismo manejar hacia el trabajo, o esperar el ómnibus todos los días, pensando en qué tenemos que hacer, que realizar exactamente lo mismo, pero observando de qué manera hacemos esto; cambiando el foco de atención, de la cabeza y su infinidad de pensamientos hacia el cuerpo, y simplemente descubrir que pasa allí, mientras tomo el ómnibus, mientras manejo, etc.
Podemos estar conscientes de nuestra respiración mientras leemos, sentir nuestros pies al caminar, observar el entorno y que sensaciones tengo al mirar alrededor. Quizás al principio surja miedo o angustia o alguna sensación que no es ¨agradable¨ y por eso hemos decidido no prestarnos atención. Pero si nos animamos a ir a nuestro cuerpo a experimentar lo que sucede, a encontrar qué sensaciones son agradables y nos dan fuerza y cuáles no tanto, comenzamos a descubrir y experimentar, algo nuevo en nosotros mismos.
Y para mi en este preciso instante, es donde se produce el cambio, pues ya no nos vivimos como autómatas experimentando lo mismo una y otra vez, si no que nos permitimos experimentar algo diferente a cada instante, estando un poco más despiertos.
No creo que esto sea una gran magia, ni que se curen milagrosamente angustias o dolores, pero en lo que he experimentado, el cuerpo es el lugar más sabio para saber realmente donde estamos, quienes somos o que nos sucede; y en lo que he descubierto, si nos permitimos experimentar algo nuevo, una emoción, un sentimiento, una sensación, da igual que tan ¨mala¨ pueda ser; si simplemente la recibo y me permito sentir, puedo observar que me está mostrando algo, quizás algo de mi que no conozco, pero si me animo a la posibilidad de descubrirlo, continuará su viaje y me abrirá una nueva posibilidad..
A veces el simple hecho de prestarnos atención, nos brinda la posibilidad de fluir con nuestro propio ritmo interno y así ser simplemente quienes somos, a cada momento, y desde este lugar comunicarnos con los otros de manera más fluida y verdadera.